Vivimos un tiempo pasado siempre presente cuando abrumamos nuestra existencia de rencores, resentimientos y sufrimientos que no hemos dejado pasar.
Cuando no perdonamos cargamos un gran peso en nuestro interior que nos engancha con aquello que me causo daño, dolor, tristeza, agobio.
No es fácil, sin embargo, PERDONAR es aquella capacidad que nos permite comprender que me hicieron daño y ello no lo puedo cambiar... aunque llore, grite y me angustie, NADA del pasado cambiará, lo maravilloso de perdonar AHORA es poder regalarnos un futuro distinto y disfrutar de nuestra verdadera libertad.
Es saber que aquello que mina tu corazón desaparece, recuerda Dios perdona siempre.
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