"Cuando padezco de artrosis,
es como si aumentara más mis actitudes y mis pensamientos
rígidos. Esta enfermedad está vinculada a un endurecimiento mental, a
una ausencia de “calor” en mis pensamientos (el frío y la humedad aceleran la
aparición de la artrosis), frecuentemente con relación a la autoridad.
Es la motivación exagerada por cumplir una acción sin buscar el reposo o el
equilibrio (me doy hasta el fin de mis límites, sin pararme para saber si me
exijo demasiado), una impresión de soportar una persona o una
situación que ahora se ha vuelto intolerable, o una fuerte reacción inhibida
con relación a una forma cualquiera de autoridad. Soy muy intransigente
y rígido hacía mí mismo(a). Mi cuerpo me habla y tengo interés ahora en
escucharle.
Puedo integrar
esta enfermedad empezando a aceptar conscientemente que vivo una ira y
que mis pensamientos son rígidos. La energía que fluye a través mío es fluida,
armoniosa, en movimiento. Quedándome abierto de corazón a esta energía y
reconociendo que tengo que cambiar algo, puede invertir el proceso y mejorar mi
salud!
Me vuelvo más
flexible y acepto a los demás como son, sin querer cambiarles.
La flexibilidad al
nivel de mi cuerpo físico entonces reaparecerá"
"Diccionario de Enfermedades" de Jacques Martell.